La irrupción de internet en la vida de los usuarios ha hecho que las marcas tengan que readaptarse para poder sobrevivir. Este hecho no es nada nuevo, pero sí un aspecto a tener en cuenta cuando hablamos de los valores que se exige que tengan las marcas.
La relación entre consumidores y empresas ha cambiado considerablemente. La forma de contactar con los posibles clientes, así como fidelizar los actuales, ha tenido que adaptarse a las nuevas exigencias por parte del consumidores.
Las estrategias de marketing digital son las reinas en este momento, especialmente la estrategia de contenidos o inbound marketing. Los usuarios no tienen tiempo para atender llamadas telefónicas o visitas a domicilio, quieren ser ellos mismos los que decidan cuándo y dónde contactar.
La actitud del consumidor ha cambiado. No es un súbdito de las marcas, sino que se ha dado cuenta de que tiene el control sobre las mismas. Actúa sabiendo que tiene el control de la decisión comercial.
Por ello, los valores que se exigen por parte de una empresa ya no son los mismos. A partir de ahora, una empresa que quiera formar parte del día a día del consumidor, debe reflejar los siguientes valores:
- Capacidad de adaptación a los cambios.
El mercado cambia constantemente y a una velocidad tremenda. Las marcas deben adaptarse a esos cambios, deben cambiar a la vez que el mercado.
Con esos cambios de mercado, cambian las necesidades de los clientes. Una marca debe saber reconocer esos cambios y procurar la solución de las nuevas necesidades de los consumidores.
- Simplicidad y coherencia.
Vivimos en un mercado complejo y los usuarios piden que las marcas les proporcionen aire fresco, sin ningún tipo de problemas. Las marcas deben localizar los problemas que puedan surgir entre su público objetivo, y proporcionar las soluciones necesarias para evitarlos.
Por otra parte, una marca debe hacer gala de coherencia entre sus valores y sus acciones. No es posible que, si tu marca está relacionada con valores de responsabilidad con el medio ambiente, te relacionen con actividades que lo pongan en entredicho.
En pocas palabras, una marca tiene que hacer gala de que realmente cumple con los valores que dice representar.
- Innovación.
Una marca que no evoluciona con los cambios de la sociedad, es una marca condenada al olvido.
Las necesidades de los consumidores cambian a medida que el tiempo avanza, y una empresa que no se apunta a esos cambios, es imposible que se mantenga en el recuerdo de los usuarios.
Por ejemplo, hoy en día es casi impensable que una gran marca no desarrolle una buena estrategia de redes sociales. Es lo que los consumidores demandan, por lo que la empresa debe adecuare.
- Diferénciate.
La sociedad actual recibe una cantidad inmensa de impactos publicitarios a través de una gran variedad de soportes.
Televisión, publicidad exterior, emails, redes sociales… Las marcas no dejan de mandar mensajes a través de esos canales, y llega un punto en el que el consumidor no sabe en qué centrarse.
Una buena marca sabe diferenciarse para hacerse oír, pero no sólo entre su competencia, sino por encima de todos los demás.
Una marca, así como toda su comunicación, tiene que ser memorable, ya sea por su diseño, oferta o historia. Hay que hacerse con un hueco en la mente del consumidor.
- Transparencia.
Hoy en día, todo se sabe gracias a internet.
Hasta hace poco, el descontento de los consumidores quedaba silenciado debido a los pocos medios de comunicación que existían. Ahora, las redes sociales suponen un canal de comunicación extra para los usuarios. Utilizan las redes como soporte para comunicar su experiencia con las empresas.
Los comentarios (tanto positivos como negativos) referentes a la experiencia vivida con las marcas se han hecho muy populares. Es casi imposible que una marca mantenga una mala acción en secreto, siempre se termina sabiendo.
Muchas veces, no se presta atención a los comentarios negativos, pensando que si se ignoran, no pasa nada. Es lo peor que se puede hacer. La mejor solución es moderar ese comentario: contestar de forma educada y ofrecer una solución al consumidor.
Un comentario negativo bien moderado puede ofrecer el mismo beneficio que uno positivo.
- Conecta con las emociones de los consumidores.
Debido a esa sobreinformación que sufren los consumidores, una de las mejores formas de llamar su atención es conectar emocionalmente con ellos.
Una marca que es capaz de despertar emociones en las personas, tiene a los consumidores ganados. Las emociones son capaces de fidelizar a tus clientes, así como captar a nuevos.
De todas maneras, las emociones no se venden. No podemos vender la sensación de felicidad a nuestros consumidores, pero sí un producto o servicio que les haga felices.
- Empatiza con tus consumidores.
Ponte en el lugar de tus consumidores y conócelos. Si sabes qué les gusta, qué les motiva… y, sobre todo, lo que no les gusta, tienes un gran trabajo hecho.
Es imposible dirigirte a un target que no conoces. Invierte tu tiempo en conocer a tu público objetivo y ellos invertirán el suyo en ti.
- Humaniza tu marca.
Los consumidores están acostumbrados a relacionar las empresas con edificios fríos e inalcanzables.
Una buena estrategia es humanizar la marca, humanizar la empresa. Los consumidores quieren ver que tus trabajadores son personas, como ellos, quieren sentirse identificados y reflejados.
Una forma de humanizar la empresa es poner nombre y cara a las personas que trabajan en ella. Un ejemplo para conseguir este objetivo es que los usuarios puedan acceder a una sección de la web en la que se hable ello.
En Sequio sabemos la importancia de transmitir unos valores de empresa sólidos. Una de las mejores formas de transmitir esos valores es mediante los regalos publicitarios. Si quieres informarte mejor sobre ello, te recomendamos nuestro post Descubre el regalo de empresa que mejor se adapte a ti.
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