Cómo saber cuáles son las características de un buen logotipo

Un  buen logotipo está formado por una serie de formas, tipografía, símbolos, colores y los valores de la empresa a la que representa. Es un elemento que está presente en cada acción o comunicación realizada por parte de la compañía. En todo momento, el logotipo es el aspecto más reconocible de la imagen empresarial.

El diseño de un logotipo puede parecer sencillo, pero debe cumplir con una serie de características para que se considere un buen diseño. En todo momento debe causar las mismas sensaciones en el consumidor, sea cual sea el medio utilizado para difundirlo: merchandisingcartelería publicitariatarjetas de visita, etc.

Ante todo, hay que ser consciente de lo que un logotipo representa y la importancia que éste tiene. En pocas palabras, un logotipo es la representación gráfica de una empresa, como comentábamos en nuestro artículo imagen corporativa: claves para implantarla y comunicarla de una manera coherente

Por ello, si contamos con un logo bien diseñado, cuidado y adaptado a los valores de nuestra empresa y sector, tenemos muchas más posibilidades de causar una buena impresión ante nuestros clientes. El objetivo principal siempre será inspirar confianza y reconocimiento. Un logo mal hecho lo único que aportará a la compañía es abandono y falta de seriedad.

La mejor solución para tener un buen logotipo lo mejor es contactar con un diseñador gráfico o agencia de publicidad. De todas formas, os explicamos las características principales con las que el logo debe contar:

  1. Simple

Un logotipo sencillo permite que sea fácil de reconocer y recordar. Los diseños demasiado complejos o con mucha carga, son difíciles de asimilar.

Lo mejor para tener un logo simple, entre otras cosas, es utilizar como mucho tres colores, usar los elementos realmente necesario, un tipografía legible y, por último, no incorporar degradados y sombras paralelas. A menos que se realice en la medida exacta, las sombras y degradados no permiten que el logo se aprecie bien en soporte web.

  1. Memorable

El objetivo de toda empresa: ser recordada. El logotipo es uno de los puentes para cumplir este objetivo. Lo ideal es que los clientes no tengan dudas de a quién pertenece el logotipo.

Lo mejor para que el logo sea recordado es que represente alguno de los servicios que ofrezca la empresa y esté dirigido al público objetivo de la misma.

  1. Legible

Un logotipo siempre debe ser creativo, pero nunca hay que sacrificar la legibilidad por ello. Recordamos que un logo debe apreciarse y reconocerse sin lugar a duda. Por lo tanto, la legibilidad es un aspecto fundamental a tener en cuenta.

Por ejemplo, son muchas las ocasiones en las que en un nombre de marca se quiere incorporar una ilustración o elemento original para sustituir una letra (entre otros casos parecidos). Si no se hace con especial cuidado, ese logotipo no servirá de mucho.

En pocas palabras, a nada que se reduzca el tamaño para estamparlo en un usb personalizado, se dejará de apreciar el logo. Entonces, el objetivo principal de tener un logotipo no se cumple porque no será reconocible.

El logo debe reconocerse sin lugar a dudas desde los 3 centímetros como poco.

  1. Atemporal

Debe sobrevivir al paso del tiempo. Está muy bien tener un logo adaptado a las nuevas tendencias en cuanto a diseño, pero las modas son pasajeras. Si no se tiene esto en cuenta, habrá que rediseñar el logotipo cada pocos años en vez de tener uno que dure un siglo.

Un claro ejemplo es el logo de Chanel, uno de los más longevos de la historia en el sector de la alta costura parisiense. Es una marca icónica y realmente influyente. La imagen de las dos “ces” fue diseñada en 1925 y no ha cambiado con los años, transmitiendo lo mismo desde el primer día pero siempre a la moda.

Los logotipos sencillos, minimalistas y monocromáticos son los que tienen más posibilidades de vivir eternamente. Como decía Coco Chanel, menos es más.

  1. Adaptable

En la época de los soportes infinitos, el logotipo debe funcionar tanto en web como impreso. Lo mejor es comprobar que funcione en diferentes versiones: en negativo, a una sola tinta y a escala de grises.

Un logotipo tiene que diseñarse pensando en expandir la imagen de la empresa en todos los soportes posibles. Sabemos que un logotipo está bien diseñado cuando no pierde su esencia al pasarlo a blanco y negro.

En resumen, un buen logotipo debe poder adaptarse a cualquier tamaño para poder estamparlo más tarde en el soporte que mejor convenga: carteles publicitarios, regalos de empresa, páginas web, etc. Es realmente importante que sea un logotipo vectorial, si quieres informarte más sobre el tema, no dudes en leer el artículo: La importancia de un Logotipo Vectorial.

  1. Coherente

Obviamente, el logotipo debe ser coherente con los valores de la empresa y los servicios o productos que ofrezca, así como con el público objetivo al que va dirigido.

Siempre hay que valorar los elementos que lo componen para descartar aquellos que se puedan malinterpretar o no concuerden con la imagen de la compañía.

  1. Único y original

El logotipo debe ser único porque tu empresa es única. No debe haber lugar a dudas de la empresa que a la que representa. Puede parecer algo obvio, pero antes de aceptar cualquier logotipo, investiga tu competencia y asegúrate de que no pueda confundirse con ninguna de ellas.

Es decir, tampoco es aconsejable que no tenga nada que ver, ya que tiene que relacionarse con el sector, pero nunca seas igual que los demás. Marca la diferencia, sé único. Por supuesto, un logo original permanecerá en la memoria del cliente y del posible cliente.

En Sequio estamos especializados en marcar la diferencia. Personalizamos artículos publicitarios con el logotipo de tu empresa, siempre teniendo en cuenta las 7 características que acabamos de describir. Una imagen corporativa coherente y cuidada es esencial.

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (1 votos, promedio: 5,00 de 5)
Cargando...